1. En primer lugar debemos lavarnos bien las manos para dejarlas bien limpias. Después es aconsejable mojar un algodoncillo con quita-esmalte para eliminar cualquier resto que podamos tener en las uñas.
2. A continuación trataremos las cutículas. Primero aplicaremos el Gel Quita-cutículas y masajearemos el producto sobre cada uña. Después empujaremos las cutículas suavemente con un stick de plástico y eliminaremos las pieles muertas con movimientos circulares sobre la base de la propia uña.
Tus cutículas necesitan estas hidratadas para mantenerse sanas. Lo ideal sería masajearlas diariamente con una hidratante, pero si aún necesitan mayor hidratación, hazlo dos veces al día.
Es importante que NO cortemos las cutículas, porque protegen la raiz de las uñas de las infecciones y las bacterias. La clave está en empujar suavemente las cutículas hacia atrás.
3. Después de preparar las uñas, empezamos con los esmaltes. Yo suelo empezar dándome dos capas de una base, en este caso, elegiremos un tratamiento protector de uñas.
4. Ahora es el turno del color... Elegimos el color de esmalte que más nos guste y volvemos a aplicar otras dos capas para cubrir bien la uña del color que queremos.
5. Casi para finalizar, aplicamos sobre el esmalta una capa de acabado brillo para dejarnos unas uñas perfectas. En este caso utilizaremos el brillo de uñas 2 en 1 para una larga duración.
6. Por último, si queremos secar nuestras uñas con algo más de rapidez, lo mejor es sumergirlas en un recipiente con agua bien fresquita.
¡AHORA YA TENÉIS UNAS UÑAS PERFECTAS PARA EMPEZAR MAÑANA LA SEMANA!
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